Una fracción algebraica es una expresión fraccionaria en la que el numerador y denominador son polinomios, al resolverlas se trabajan similar a las fracciones numéricas.
Reducir una fracción algebraica es cambiar su forma sin cambiar su valor, convertirla en una fracción equivalente cuyos términos sean primos entre sí. Cuando los términos de una fracción son primos entre sí, la fracción se vuelve irreducible, porque se reduce a su mínima expresión.
Para reducir las fracciones algebraicas se puede decir que:
Si son monomios: se dividen el numerador y denominador por sus factores comunes hasta que sean primos entre sí.
Si son polinomios: se descomponen en factores de los polinomios y se suprimen si son iguales en el numerador y denominador.
Ejemplo 1:
Tanto en el numerador como en el denominador factorizamos los trinomios y se suprimen los términos iguales de la división.
Ejemplo 2:
Se descomponen en factores de los polinomios y se suprimen si son iguales en el numerador y denominador. En este caso, en particular, se tiene que reacomodar el signo del denominador para poder reducir la expresión.
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